Por haberme susurrado tantas cosas bonitas que nunca ningunos labios se atrevieron a decir. Por haber pensado más en mí que en ti. Por haberme dado en tan breve lapso de tiempo todo lo que pudiste sin esperar nada a cambio. Por haber respetado mis palabras, opiniones, espectativas y decisiones, pero más aún por haber respetado mis silencios, mis ambigüedades y mis dudas. Por haberme abierto las puertas de tu mundo, de tus gentes, de los colores y sabores tras la fachada de una persona que resultó no ser como esperaba. Gracias, mil gracias.
Por haberme hecho sentir buena persona, por primera vez en mi vida. Sé que no es tanto como mereces, pero es más de lo que nunca he conseguido decir.
Y aún así, aunque me hayas querido ensalzar, sólo sé que nunca llegaré a tu altura, por muchos saltos que dé intentando tocar el cielo con la yema de los dedos, ese cielo que cuelga de tus labios.
Disfruta de lo que te depara, te lo mereces. Eres ESPECIAL.
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Gracias a ti, por haber hecho de estas casi-dos semanas las mejores en mucho tiempo.
ResponderEliminarMuamel.
Que bonito... :)
ResponderEliminarHay algo para ti en mi blog. Enhorabuena! Pasa por alli cuando quieras!
ResponderEliminarMe encantas.
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