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Id como una plaga contra el aburrimiento del mundo



domingo, 31 de enero de 2010

Pequeña

Pequeña inconsciente. Pequeña, como una gota de espuma que se ha perdido en su ola y ha caido al centro de la pista. Pequeña salvaje que ha seguido mis pasos más allá del límite de lo legal, y de la moral.

Pequeña impotente que has sacado fuerzas de donde no las tienes, de donde nadie te creía capaz, de donde ni tú lo esperabas. Pequeña bicheja que te has colado en mi corazón trepando por mis venas como una dosis extra de alcohol. Pequeña aprendiz de delincuente, precoz en todo, inocente en nada.

Pequeña, que aunque nunca nadie esperó de ti nada que cambiara el rumbo del mundo, diste el golpe de tu vida y te fugaste conmigo. Somos dos fugitivos, pequeña, pero no podremos huir juntos siempre. Te enseñaré a usar la veretta, a beber whisky on the rocks y a fumar como sólo las grandes saben hacerlo, pero sin que dejes de ser mi pequeña. Para cuando ya no esté aquí, porque yo no soy tan pequeño ¿sabes? Y no podré seguir huyendo mucho tiempo...

jueves, 28 de enero de 2010

Libros

Hay libros que no se pueden, o no se deben, leer hasta tener una cierta edad. Cien años de soledad hay que leerlo a los 18, cuando se descubre el mundo con la misma mirada ilusa con que García Márquez descubrió Macondo. La soledad era esto está para la crisis de los 30, y Lolita, para la de los 40. Romeo & Julieta se lee con los primeros amores, y Rimas y leyendas con las primeras relaciones...

Con el libro que prometí escribirte pasaba lo mismo. No estaba hecho para que lo leyeras cuando aún nos amábamos. En él plasmaba todos los miedos que me acechaban cada noche, de despertar sin tí, de que las sábanas se hubieran vuelto frías al amanecer. Escribía todas las tardes que me pasaba esperando a que volvieras del trabajo y pensando que quizá habías decidio no volver. Reflejaba toda la ansiedad que me producía la idea de que un día dejaríamos de tocarnos, de vernos, de amarnos... Por eso nunca te dejé leerlo, pensé que no podrías comprenderlo hasta que todos los miedos que había escrito se hubieran hecho realidad.

Quizá si hubiera escrito sobre lo mucho que te quería, sobre las noches que calentamos las sábanas, sobre las mañanas que despertaba y aún estabas ahí, sobre las tardes que volvías del trabajo con una sonrisa en la cara y me preguntabas qué estaba escribiendo y yo te respondía "tonterías" y arrancaba el folio de la Benedetti y lo arrugaba y lo echaba a la papelera, sobre mi esperanza de llegar a viejos juntos... Quizá todo habría ido de otra manera.

Aunque tampoco te habría dejado leerlo, ya sabes, siempre tengo miedo, por una o por otra, a que se cumpla lo que escribo cuando es malo o a que dejara de cumplirse, cuando es bueno, si lo leías.

martes, 26 de enero de 2010

Respirar

Entré en el cuarto de baño y me arrodillé ante la bañera. Giré el grifo del agua caliente y las cañerías emitieron su música de vejez y telarañas. Me acordé de ella. Subida en el vagón, alejándose y llevándose en su equipaje mi felicidad. Nunca le dije que la quería y es que en algún momento incluso llegué a creerme mis mentiras, esas que me repetía una y otra vez diciéndome que no la amaba, que yo solo me amaba a mí mismo y al dinero. Pero sí la amaba, prefería verla a ella que ver el Sol salir un día más. Y aún así la perdí para siempre. Días después aún acudía a la estación y me sentaba en los bancos como un alma de hierro forjado que decorara el andén. Esperaba que llegara el tren y bajara ella, con una sonrisa como único equipaje y un 'te quiero' en los labios. Nunca ocurrió.

Me metí en la bañera, que ya estaba llena de agua caliente y su vapor empañaba el espejo, los ladrillos y hasta el alma. Sumergí primero mi cuerpo, y una vez me hube acostumbrado a la temperatura, sumergí la cabeza entera, y dejé de respirar.

domingo, 24 de enero de 2010

Enero

Volvería a hacerlo.

Pase lo que pase, diga lo diga, quiera lo que quiera, sé que volvería a caer. En tus sábanas blancas y en tu sonrisa impoluta. Caería por tu mejilla como una lágrima, como una gota de whisky que resbala por el último cubito de mi vaso, como los últimos pasos dados en la pista de baile. Volvería a caer como la primera nieve de enero, como el manto de estrellas sobre nuestras cabezas, como la música que cae a toda potencia de los altavoces y nos hace movernos por inercia. Volvería a caer, rendido a tus pies, volvería a sudar, a bailar, a cantar, a rozar, a saltar, a reír, a jugar a ser el depredador en medio de este cúmulo de gente que, sin saberlo, caen una y otra vez en la trampa de tu sonrisa alegre, tu mirada despreocupada y el movimiento de tu cuerpo al son de nuestros latidos.

Volvería a hacerlo. Volvería a morir por sobredosis de tí.

viernes, 22 de enero de 2010

Nuevo Blog


Tras mucho patear por aquí mezclando
todo lo que se me ocurría he decidido dar
libertad a una faceta de mí: la periodística.

A partir de ahora, todo texto de opinión,
actualidad, noticioso, etc. se muda a
Chrístopher en vivo y en directo

Muchas gracias :)

sábado, 16 de enero de 2010

Missing you

Desde que has estádo fuera
todo parece no ser lo que era.





Estaré out,
exámenes.
(Deseadme suerte, aunque sea mentira)

jueves, 14 de enero de 2010

Quizás

-Nunca me he visto como una de esas personas a las que les gustan las películas que hacen llorar, observar las olas del mar o quedarse quieto bajo la lluvia. Nunca... no sé. Yo era más de correr y adelantarme a las consecuencias, de escupir los malos tragos de la vida, de matar el tiempo antes de que él me enterrara a mí. Yo erá más como un pájaro... le prendiste fuego a mis alas, ¿sabes?

-Quizás era hora de que sentaras la cabeza.

-Quizás, pero quizá seas tú quien deba olvidarse de las películas tristes, de las olas que vienen y se van y vuelven a venir para morir todos los días en la misma orilla, quizá debas olvidarte de una vez de la lluvia y de toda esa vida tan bohemia que te has montado. ¿Sabes? Vives demasiado lento para mí.

-Quizá tu vayas demasiado rápido.

-Quizá, quizá, quizá... Nunca respondes con una afirmación severa y seria. Me desconcertas, me retienes, me asfixias. No sé porque sigo contigo.

-Quizá no tengas valor suficiente.

-No, no lo tengo, me gusta que llores con las películas, que pierdas la mirada en el mar y que te sientes bajo la lluvia. Me gusta que no te olvides de todo ello, que le hayas prendido fuego a mis alas, que me desconciertes, que me retengas, que me asfixies, que respondas a todo con quizás, ¿me entiendes?

-Quizás.

sábado, 9 de enero de 2010

Siempre

Siempre supe que la palabra siempre nunca tuvo sentido. Aún recuerdo las veces que prometí escribirte una canción, cantarte un poema, soñarte un futuro. Todos los veranos nos subíamos juntos en aquella bici azul celeste mía y recorríamos las costas: yo, en el sillín, y tú, abrazada tras de mí. La brisa marina despeinaba tu sonrisa y pedaleábamos con todo el tiempo por delante, avanzando entre las rocas, siempre paralelos a las mareas, saludando a las gaviotas, diciendo adiós a los problemas. Reíamos. Cuando se alzaba la luna, nos sentábamos al borde del acantilado, con las piernas colgando, y yo dibujaba en tu piel palabras de amor con mis labios. Olíamos el salitre en nuestros cuerpos y oíamos el rumor de las olas pronunciando nuestros nombres desde la eternidad.

Pero entonces pasó todo, y yo empecé a ir sólo en la bici y a sentarme sólo ante el acantilado. La brisa marina se convirtió en lluvia y el rumor de las olas en el de las tormentas. Todo se volvió tan triste que hasta el tiempo se vistió de luto en tu despedida. Ahora soñaba con conducir perpendicular a las mareas y saltar por lo acantilados en lugar de observarlo todo desde lejos...

Aún sigo sabiendo que la palabra siempre nunca tuvo ni tendrá sentido, y por eso vengo al mismo acantilado, conduciendo la misma bici azul celeste, ahora oxidada, y me siento a recordarte exactamente en el mismo lugar donde arrojé hace años tus cenizas.

jueves, 7 de enero de 2010

Inopia

Soy todo lo que esperas que sea, pero sobretodo todo lo que nunca creerías que soy. Pregúntame, tócame, explórame, pálpame... pero nunca llegarás a conocerme del todo. Soy todo lo que quieres que sea, pero sobretodo soy lo que nunca querrías que fuera. No te creas lo que oigas de mí pero dale mayor credibilidad que a lo que yo te diga, porque te diré lo que quieres oir pero sobretodo te contaré lo que nunca quisiste que te dijeran. Soy todo lo que podría ser, pero también puedo ser lo que nunca sería...

¿Sabes? Tú elijes, si quieres seguir adelante deja que tus manos sigan el camino por el que han entrado bajo mis sábanas, pero no esperes hacerme tuyo, porque lo soy, pero sobretodo soy algo que nunca podrías poseer.

martes, 5 de enero de 2010

Blow me up

Noches Alcohol Sábanas
Temblores Inmortalidad Suspiros GEMIDOS
Música
Sombras Jadeos Sexo LUCES Sonrisas Días Sonido
Eternidad Caricias Sudor Latidos Miradas Tacto Ahh!
Seducción Movimiento PENSAMIENTOS
Abstracción Velocidad Olfato Ronroneos
Gritos Besos SENTIDOS

Como una nube a tu alrededor. Mil palabras. Mil formas de describir una misma situación. Una misma sensación. Un mismo partir y una misma meta. Ese destino. Ese que se escapa de tus manos, y es que...

¿Todavía piensas en cuando él te toca?

domingo, 3 de enero de 2010

Eléctrico

Como el suspiro del mar cuando baja la marea. Como las lárgimas del soldado en primera fila de la batalla. Como el vuelo en picado del gorrión mordido por el águila. Como el grito de las ambulancias cuando llevan en su interior las últimas horas de otra vida. Como el año que acaba...

Como el suspiro del viento cuando llega la tormenta. Como las lágrimas de las madres cuando sus hijos vuelven vivos de la guerra. Como el vuelo en ascenso del águila cuando ha conseguido comida para sus crías. Como el grito de los bebés cuando acaban de nacer y abrirse camino a la vida. Como el año que empieza...

- Como .

-No, como .

-Como los dos.