TWITTER | BLOG

Id como una plaga contra el aburrimiento del mundo



sábado, 28 de noviembre de 2009

Piedras

Se llamaba Fátima y tenía veinte años. Veinte piedras, las que hicieron falta el pasado veinte de noviembre para que dejara de tener nombre y edad. Es el día a día en el Cuerno de África. Es el día a día que ignoramos porque asistimos a otras lapidaciones menos dramáticas, pero más morbosas.

En el Congreso hoy se hace caso omiso a los dramas humanos que nos rodean porque a cierto presidente se le ha ocurrido dilapidar sus ingresos en un mítin típico de la España de bombo y pandereta. Y porque a la oposición le conviene tirar a dicho presidente sus piedras (y esconder después la mano, claro está).

Fué esa misma oposición la que puso la primera piedra en esto de convertir las elecciones en talent shows y ahora hace como si fuera otra estrafalaria ocurrencia del irresponsable Gobierno. Y es esa misma oposición la que acusa al partido opuesto de simular una falsa integridad cuando son las piedras de su cimientos las que con más peligrosidad se están desprendiendo.

Yo, la única piedra que lanzo hoy al centro de debate es que ambas formaciones políticas se muestran muy dispuestas a posar en las fotos junto a ONGs y obras benéficas, pero ninguna ha hecho nada por ayudar a Fátima, ni a ninguna otra. Una tortura, treinta y cuatro mujeres en lo que va de año, miles de piedras ensangrentadas... y sólo falta la piedra clave que sustente este arco: integridad política.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Nothing Else Matters

Never cared for what they say
Never cared for games they play
Never cared for what they do
Never cared for what they know...



Sin palabras.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Multicultural

Bajo de casa y paso por la frutería: naranjas de valencia, piñas brasileñas, sandías argelianas y cerezas canadienses. El tendero Raschid, que es marroquí, coje con delicadeza cada fruta en sus tostadas manos y me devuelve el cambio en catalán. Cruzo al frente y compro unas tijeras fabricadas en Taiwán en la tienda de los Tchang, son chinos, les saludo diciendo ni hao y ellos me despiden con un perfectamente pronunciado hasta luego. Paso por la carnicería de Teresa, que es del barrio de toda la vida, su Manuel la dejó plantada en el altar hace ahora ya veinte años y para curar la soledad ha adoptado dos niñas de Camerún. Le compro un filete de ternera argentina y un queso holandés que le han traido nuevo. Hago el camino de vuelta a casa pasando a por el periódico en el kiosko de Julija, rumana, ojeo el New York Times y el Le Monde por encima, ella me deja, aunque al final siempre le compro El País. Antes de entrar en mi portal saludo a Salvador, de Ecuador, que se fuma un puro cubano ante el locutorio abarrotado de colombianos, bolivianos y venezolanos que regenta, recojo el pan en la panadería de doña Isabelita, que tiene empleadas a Sara, de Lituania, y a Gabriela, de Guinea Ecuatorial, y subo en el ascensor con las manos llenas para entrar en casa, dejarlo todo tirado y volver a meterme en la cama para descubrir con mis dedos lentamente tu piel, el único lugar que no conoce de fronteras.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Ella

Ella pasea vestida de princesa por las vías del metro. Ella escribe poesía en las paredes de una cárcel y atrapa sonetos con la fuerza de su voz. Ella canta canciones que no tienen notas y cuenta historias que nunca nadie habría podido inventar. Ella recoje monedas en la calle con una sonrisa y reparte tesoros entre los pobres con mil lágrimas. Ella da lecciones de geografía sobre mi piel y aprende anatomía de las culturas sentada con los piés colgando sobre el ecuador. Ella colgó la luna del firmamento y también le dió un par de patadas al Sol, para alejarlo, que quemaba sin piedad. Ella cruza océanos con tan sólo una mirada y me enseña a no ahogarme en la monotonía. Ella saca fuerzas de donde sólo queda desolación y hace florecer ríos de agua fresca en páramos devastados. Ella puede ser mi consciencia y a veces sólo una mariposa que revolotea en este otoño gris. Ella puede ser el viento que debasta las costas de este mundo y también la simple brisa que acaricia mi alma en los más tristes veranos. Ella es ella, y a veces él, y a veces neutro, y a veces nada.

Ella, sólo un corto instante de tiempo en este inmenso universo.

martes, 17 de noviembre de 2009

Drama

Castillos de arena que se llevaron las olas hace tiempo. Castillos de arena que ha arrastrado el viento. Huesos que ya sólo son polvo. Cementerios que no saben qué encierran. Tumbas abiertas, sinceras, llenas de tierra... sólo de tierra, de viento, de arena. Sonrisas muertas de las que sólo queda el eco, y a veces ni eso. Da un vistazo a mi interior y verás lo qué es dramático.

Ruinas, huesos, tumbas, silecios. Recuerdos enterrados, recuerdos desterrados, recuerdos olvidados. Restos anónimos de gloriosos pasados, difuntos respetables que han sido exhumados. Pretérito y cadáveres, todo destrozado. Cieno, barro, fango... corazones desplazados. Da un vistazo a mi interior y verás lo qué es dramático.

Da un vistazo a mi interior, lo que me queda es dramático...
Sólo gusanos, polvo y harapos.
Dramático.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Muros

Todos, de alguna manera, hemos celebrado o recordado con una sonrisa estos días cuando, hace veinte años, derribamos un muro dejando paso a la libertad. Todo han sido buenas palabras, grandes actos emblemáticos, sonrisas, cantos y euforia.

Quizá hemos olvidado que la caída del Muro también ha dado paso a que se trafique en Occidente con mujeres del Este, a que el comercio global devore al regional en los pequeños países balcánicos y eslavos, a que sean más pobres, a que estén cada vez, paradójicamente, más lejos de la democracia.

Quizá, al tirar el Muro, se vino toda la libertad a nuestro lado.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Ácido

Quiero tus labios y el sabor de tus besos. Quiero tus caricias y el olor de tu cuerpo. Absorverte el alma, caminar de la mano por una cuerda floja elevada sobre el futuro. Sobre el pasado. Y caer. Caer abrazados sobre el pretérito y el porvenir y reirnos de todo ello. De la creación. Saltar. Saltar alto, rozar las nubes con la punta de los dedos y burlarnos de Dios. Quiero acostarme junto a tí en el horizonte, sobre las olas que lentamente hacen el amor con la playa. En el horizonte, sobre las montañas que gimen cuando las penetra el Sol del atardecer.

Quiero tus lábios y el sabor de tus besos. El ácido sabor de tus últimos besos.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Eins, zwei, drei...

Los límites no los pone el tamaño de tu cama,
sino tu imaginación.

Un, dos, tres...

martes, 10 de noviembre de 2009

Un, deux, trois...

Te conocí un día de diciembre con la escarcha sobre los párpados, y en apenas tres segundos hicimos del frío helado un infierno terrenal. Un, dos, tres... Sólos tú y yo. Un, dos, tres... y los demás alrededor. Un, dos, tres...

Te olvidé un día de mayo con el sol sobre la frente y en apenas tres segundos conocí a otra gente, más interesante, más atrayente. Un, dos, tres... Intimamente. Un, dos, tres...

Sólo tres segundos son necesarios para aprender a usar las manos en aquellos rincones donde no llegan los labios. Un, dos, tres... y los dedos ya conocen superficies ocultas al resto de sentidos, sensaciones a ciegas, placeres sordos, gemidos mudos. Un, dos, tres... y se olvidan los meses, dan igual los dias de mayo y de diciembre. Un, dos, tres... sólo importan los placeres.

One, two, FREE
Four, five, SEX.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Lento

Era un día de otoño. Yo miraba por la ventana en busca de unos ojos negros que se dejaran llevar por las aceras de mi calle, y de mi mente. Tras el cristal las hojas caían lento, al ritmo del suave viento, al ritmo de mi estado de ánimo, al ritmo de esos ojos negros que tras la esquina hicieron acto de presencia sin apenas darme cuenta. Tanto tiempo esperándolos y, cuando por fín pude haberlos visto, desaparecieron. Era un día de otoño y no conseguí ver tus ojos caminando sobre las hojas que habían caído lento, al ritmo de la vida, al ritmo de mis pensamientos. Y al ritmo de mi pulso, que como ese día de otoño y como el otoño entero, llegó a su fin en invierno. Y cuando la nieve cubrió las hojas caídas lento, morí frente a la ventana, esperando ver tus ojos negros.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Noviembre

He pasado toda mi vida intentando cambiar el mundo en vano,
ahora intento que el mundo no me cambie a mí.

martes, 3 de noviembre de 2009

Cada día te quiero menos, menos.

Al frente témpanos de hielo y a las espaldas el abismo. Abismo de sentimientos, y de culpabilidad. Cogió las tijeras del cajón de costuras, y también el afilado cuchillo del tercer cajón de la cocina, y una de las bolsas de plástico que gurdaba en el armario de encima del microondas, y un martillo de los que había colgados en el garaje y hasta un trozo del espejo que se había roto hacía dos días y cuyos restos aún guardaban en el desván esperando un recambio. Lo ordenó todo siguiendo un pulcro orden sobre la alfombra de la habitación. En la cama, él dormía. Dejó junto a las tijeras los miedos, junto al cuchillo los golpes, junto a la bolsa los llantos, junto al martillo los insultos, junto al vidrio las humillaciones. Dejó todo y, decidida, sin pensar, cojió lo primero que pudo de todo ello y remató la faena en silencio. Al frente témpanos de hielo y a las espaldas el abismo. Abismo de sentimientos, y de libertad.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Ausencias Injustificadas

He estado un tiempo sin pasarme, lo siento por todos aquellos textos que no he podido leer, disfrutar y comentar. Intentaré ponerme al día.

Y gracias por los comentarios,
siempre son bienvenidos! :)

C.