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Id como una plaga contra el aburrimiento del mundo



domingo, 30 de mayo de 2010

Incomunicación

-Tú y yo apenas hablamos.

-¿Cómo que no? ¡Nos pasamos las horas hablando! Hablamos de todo, empujamos las agujas del reloj por delante del tiempo con nuestras conversaciones, aprovechamos cualquier motivo para hablar: el vuelo de un pájaro, el sonido de la lluvia sobre el agua, aquella tarde en que derribamos el cometa Halley, cuando aprendimos a ver el color de los besos, cuando me dijiste a qué olían las despedidas...

-No, tú hablas. Y yo escucho. Tu hablas de los pájaros en tu cabeza, de tus lluvias y tormentas mentales, de cometas que sólo giran en tu órbita, de besos que sólo tú te das y de despedidas que nunca creíste que sucedieran, pero ¿sabes? Ésto es una despedida. Me he cansado de tu berborrea, confundes hablar con ese discruso centrado en tus miserias y que no tiene interrupción. Aquí no hay solución, no hay conversación, en tu mundo sólo existes tú y yo no puedo seguir desgastándome donde no hay espacio para mí, prefiero una vida sin ti.

-¿Cómo va a ser una vida sin mí? Eres demasiado callado, por eso tengo que llenar tus silencios.

-Siempre encuentras la excusa perfecta para justificar ese ego. Deberías haber aprendido a disfrutar de mis silencios como yo aprendí a la fuerza a disfrutar de los recovecos entre tus palabras, donde creía encontrar el espacio para mí que tu corazón no me daba.

jueves, 27 de mayo de 2010

Jóvenes

Si ha llegado el fin de nuestra hora tendremos que reinventar el mundo. Porque somos el fruto de desconocer que es el miedo, los charcos de la sangre que derramaron otros por nosotros, las rosas vendidas con correctas dosis de anestesia para que no notemos las espinas, los perdones sin lamentaciones, las palabras huecas, sin sentido, el aire que arrastra humo y mentiras, los fantasmas de las guerras pasadas, los consumidores... ¿o los consumidos?

Nos venden en todas las esquinas que el mundo inmundo nos deborará antes incluso de que podamos plantearnos hacerlo nuestro, que nisiquiera compraremos los sueños emprendedores que otras generaciones tuvieron, que hemos nacido para ser marionetas meareadas, muñecos de trapo e intentos de triunfo, un triunfo que significa éxito y felicidad, algo que no conoceremos jamás.

Por eso me gusta más mirar al cielo que al suelo, porque prefiero soñar con los pájaros del pasado que ver las enormes y puntiagudas piedras del futuro en medio del camino, y no por ignorarlas, y no por vaguedad, sino para aprender a volar y así esquivar las zancadillas que el destino y la sociedad disociada nos han tendido. Porque tendremos que reinventarnos, no hay más.

martes, 25 de mayo de 2010

Lagos

Cuando llueve, camino junto al lago del parque disfrutando de la música de las gotas de lluvia al golpear la superficie de ese tremendo espejo de agua que refleja el cielo gris y triste con un brillo especial que hace que todo parezca sonreír entre lagrimas. Cuando sale el Sol camino entre los árboles para que no me ilumine mucho el rostro y así evitar la tentación de sonreirle al mundo. Disfruto interpretando el papel del extraño del parque que nunca sonríe. En esos días el espejo del lago refleja la tristeza del cielo convertida en un azul intenso que pone los pelos de punta, y más en otoño, cuando el llanto de hojas rojas se recorta en la superficie formando un macabro puzle bicolor en el que acostumbro a imaginar tu rostro. Se trata de un lago tenaz: en verano nunca baja su nivel y se regocija siendo surcado por las barcas de los jóvenes enamorados que dibujan parejas de iniciales sobre el agua como si de compases divinos se tratara, y en invierno no se congela, como retando a la vida y al espacio, reivindicando su eternidad y protegiendo así hojas rojas e iniciales paralizadas en el tiempo, que en primavera se llevarán volando los gorriones con sus primeros vuelos tímidos. También voy al parque por las noches, y es cuando más lo disfruto, porque entonces el lago no refleja nada, y lo refleja todo a la vez. Su inmensidad negra me recuerda a la perfección cómo me sentí el día en que la cuenta atrás llegó a su fin, el primer día en que no salí del hospital empujando tu silla hasta la orilla del lago del parque situado en frente del edificio, el primero de una eterna serie de días en que empecé a ir sólo a aquél lugar, con la urna que contiene tus cenizas, esperando el momento en que me atreva, por fín, a arrojarlas al agua y dejar que dibujen sobre el lago suspiros, estrellas, satélites, cometas y otros universos que sólo tú me enseñaste a soñar.

domingo, 23 de mayo de 2010

El destino va a cumplirse.

Porque yo soy otro de los que esperan taquicárdicamente el final. LOST

sábado, 22 de mayo de 2010

Hasta aquí

Hasta aquí ha llegado el camino de piedras y desplantes sin motivos. Hasta aquí el que crezcan más plantas de desconfianza en la suela de nuestros días, regadas con la rabia y los silencios, y los ¿Por qué? y los ¿Dónde? y ¿Con quién?. Ya está bien de preguntas que ni tú deberías hacer ni yo debería contestar. Hasta aquí los procesos de inmersión expansiva y la muerte de las palabras en el puente entre tu boca y la mía. Hasta aquí las dudas, las medias sonrisas, las suspicacias y los ¡Muérete! callados que giran en una vorágine de hastío tras nuestros ojos apagados. Hasta aquí los muros de esta habitación y nuestros cuerpos espalda contra espalda, el encierro en vida, la oscuridad y la gama de grises de nuestro corazón. Hasta aquí las mentiras, hasta aquí las verdades, y hasta aquí Tu y Yo. Hasta aquí los hasta aquí.

Seamos nubes, no más.
Probemos a olvidar.
Empecemos a volar
(en direcciones opuestas).

jueves, 20 de mayo de 2010

Girar

Dame tu mano, voy a contarte la historia del mundo:

¿Sabes de ese señor que se sienta todas las tardes en el parque de la Gran Avenida y le da de comer apesadumbrado a las palomas, cuando llegan las cinco sonríe levemente, mira al cielo, se levanta y se va hasta el día siguiente? ¿Y la de esa mujer morena que camina envestida en un elegante traje de falda, con los labios rojos como la sangre, fumando elegantemente tabaco negro mientras da vueltas nerviosa al parking del aeropuerto y cuando oye despegar el vuelo de las cinco, sonríe, y se va hasta el día siguiente? ¿Sabes la historia de aquél niño que al salir del colegio se va con su balón verde a la playa y juega sólo hasta que el Sol, apunto de hacerle el amor al horizonte, le indica que son las cinco, sonríe y desaparece hasta el día seiguiente?

Son el padre, la esposa y el hijo. O podrían ser el jefe, la amante y el alumno. O hermanos, o cuñados, o suegros, o amigos, o compañeros. Son personas a las que alguien les faltó a las cinco y les marcó el resto de sus vidas. Y las hay que les faltó a las seis, y a las siete, o a las 12, la 1 o las 3... Los hay que les han faltado en días pares, y los hay que solo lloran los impares... Pero a todos parece hacerles ilusión recordar que, ahora que la sociedad a matado a Dios y le ha dado al consumo su omnipotencia, en algún lugar a las cinco (o a las seis, o a las siete...) alguien les mira y les cuida, les guía y les da la vida que nunca pudieron acabar de vivir.

Dame tu mano, voy a contarte la historia del mundo: unos mueren y otros siguen vivos, unos nacerán y otros nos iremos, pero el planeta seguirá girando y las historias cotidianas son las que le dan cuerda a su motor para que el ser humano pueda seguir siendo maravilloso.

martes, 18 de mayo de 2010

Mundos

El miedo a que no te comprendan, a que tu mundo interior sea demasiado complejo para hacerlo visible y que el mundo real explote. El miedo a que crean que estás loco, que sientes cosas inverosímiles, que nisiquiera lo más marginal de la sociedad va a aceptar tu propia marginalidad lunática que ha crecido en tu interior como un arbusto aferrado a los pulmones e impidiéndote, demasiado a menudo, respirar. Ese miedo que se esfumó derrepente tras aquella tarde.

Quién sabe, quizá sólo necesitabas oirte a ti mismo en voz alta, escuchar de tu propia voz todas tus miserias y no hacerlas rodar insaciablemente en torno al eje del corazón haciéndolo expirar con cada sístole, y desangrarse en las diástoles, y morir. Quizá no necesitabas que nadie te comprendiera, sólo comprender tú mismo que tu mundo es así de complejo porque no te has conformado con lo simple, con lo dado, con lo fácil. Con lo que todos esperaban de ti.

Hay tantos mundos como personas, y todos deberían girar en torno a las palabras como aquella tarde en que se rompió el eje de tus recuerdos y se esparcieron libres por el suelo de la habitación. Y por fín enterraste ciertos fantasmas. Y por fín te permitiste el lujo de olvidar...

domingo, 16 de mayo de 2010

Vejez

Cuantas lunas llenas han pasado desde aquella noche en que nos ostinamos en mantenernos abrazados sobre todas las cosas, y no he gozado del don de olvidar. Los años han sido benévolos contigo y sigue brillando una adolescencia impertinente en la luz de tu mirada, pero yo siempre corrí por delante del tiempo, y al final me alcanzó ese noviembre eterno del que todos huímos y que transforma los huracanes de nuestro cuerpo en brisas de lluvia y hojas arrastradas hasta el suelo. Y ahora, abrazado al diario que escribimos en el firmamento, que no huele más que a polvo y flores muertas, pretendo recuperar todas las sonrisas con las que rompimos a pedradas las farolas de la lógica, del civismo, de lo políticamente correcto. Todos esos suspiros con los que escribimos nuestras propias normas, más allá de las fronteras de las yemas de mis dedos. Y ahora, notando cómo las arrugas trepan desde las uñas de los piés hasta mis labios, no tengo más remedio que esconderme, y avergonzarme de que los años me hayan castigado por querer vivir en tan poco tiempo contigo toda la intensidad de una vida.

viernes, 14 de mayo de 2010

Multitudes

Gente por todas partes. Y música. Y olores. Y colores. Todo multiplicado a la quinta esencia, ayudado de la mano del alcohol. Extrasociabilidad: saludar a gente frente a la que te avergonzarias, conocer gente con la que nunca has hablado, llegar más allá. Bromear, como si fueran amigos desde el momento en que llegamos desnudos al mundo (y digo desnudos de prejuicios, que de ropa podemos desnudarnos siempre). Saltar, bailar, gritar, cantar, reir... conjugar todos los verbos de la élite de la diversión y concentrarlos en unos pocos segundos, minutos, horas. Dejar de ser yo, evadirme de mi persona. Hacer mil cosas que nunca haría si no se diera esta ocasión, mil cosas de las cuales la mitad absurdas y la otra mitad, peores. Corretear buscando a gente, deseando ver caras conocidas, y hasta que no llego a casa no me doy cuenta de que sólo buscaba una cara, a una persona en concreto, a la única que no he encontrado.

No había pensado en ti en todo el día, que me estaba pareciendo perfecto, y al meterme entre las sábanas me doy cuenta de que el día ni ha sido perfecto ni ha merecido la pena, porque sólo era un pretexto para encontrarme contigo, y no lo he hecho.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Requiesquiebat


SO WHAT! Se van unos grandes de la música.
Siempre ON MY MIND.
EVERYTHING will REMIND ME OF YOU.
Ha llegado THE END OF MAIDEN TRIP,
pero siempre, DO IT, SMILE y
SING WHEN YOU'RE HAPPY, que os lo mereceis.
LIFE IS maravillosa, SPECIALLY gracias a vosotros,
entre LITTLE HEART ATTACKS,
GOODBYE, LOVE OUR LOVE.

TheSundayDrivers :)

lunes, 10 de mayo de 2010

Post-humanidad

Tenían un puñado se sueños y se dejaron la vida en ellos. Allí están todos, con sus sonrisas en sepia, posando junto a la triste placa para conmemorar el medio siglo desde la muerte de Álex.

A la derecha del todo, Rober, con una larga barba blanca como la que un día tuvo su abuelo, aquél que tantas veces le dijo que dejara las cosas como estaban, aquél que le impedía volar y que tanto odiaba, y cuya barba hoy luce con orgullo después de que el anciano se plantara en medio de la avenida frente a todos aquellos tanques y paralizara el mundo.

Bajo él, en cuclillas, Simón, supera los 60 pero le gusta demostrar que está en plena forma como cuando rompía las lunas de los coches patrulla y salía huyendo por toda la ciudad. Se quedará en esa postura mucho después de la foto, esperando a que nadie lo mire para levantarse entre dolores y reúma.

Junto a ellos, en pié, Ari, que aún lleva un clavel negro colgando de su mano izquierda, como aquél que llevaba cuando se unió al movimiento en honor a sus padres, fallecidos los dos en aquél atentado tan célebre. Todo su cuerpo viste el luto de una vida de dolores y otoños eternos, menos su mirada, que no ha envejecido con los años.

Sentados, los gemelos: Primo y Levi. Aún a su edad todos siguen sin saber sus verdaderos nombres ni cual de los dos es cada uno. Les gustaba intercambiarse para confundir a los amigos, y a los enemigos, sobre todo cuando fichaban a alguno de los dos (hay quien dice, de hecho, que para lo archivos policiales siempre fueron la misma persona).

Tras ellos, Susana, la lesbiana. Nunca amó a una mujer, pero le gustaba provocar a las autoridades. Los tatuajes de su cuerpo se han multiplicado a mayor velocidad que los años y en su cara aún posee esa sonrisa rebelde que le acarreó tantas palizas en prisión.

Cerrando el cuadro, Rafael, el hermano de Alex, antiguo agente, que siempre tuvo un pié fuera y otro dentro de la rebelión, pero, a pesar de todas las ampollas que levantó en el grupo, los salvó de todas las gordas, como decía Sara, la novia de Alex, que aparece abrazada a Rafael, ahora su marido, con su pelo aún largo y rubio ondeando al viento y el cuerpo que tantas veces pintaron desnudo los intelectuales del movimiento. Un símbolo de la libertad.

Habían sobrevivido a la gran guerra, al cataclismo nuclear, al fin del mundo que todos vaticinaron.. con quince años habían revolucionado su mundo, habían conseguido cambiar el ritmo de la historia, y aún así, pese a las dictaduras y las represiones, allí seguían los ocho, sonriendo y luchando con los puños cerrados por los sueños de Álex cincuenta años después.

Porque nada cambia, todo gira, y vuelve a empezar.

sábado, 8 de mayo de 2010

2000

3650 días después del fín del mundo me dí cuenta que no fué para tanto. ¿Recuerdas que dijimos que volveríamos 10 años después a los acantilados dónde tanto daño nos hicimos para ver qué bromas nos había deparado el destino? Me alegro que te olvidaras de la cita. Yo también lo hice, pero unos cuantos me dijeron que vieron nuestros sueños colgados por el cuello junto a las olas, y recordé la fecha. Fuí unos cuantos días después para ver qué era de ellos, seguían ahí con la sangre en las pestañas y polvo en los labios, con la piel agrietada, pero no quise acercarme porque las malas lenguas también te avisaron a ti y estabas allí viéndolos agonizar. Supe que el destino buscaba reunirnos aunque huyéramos de nuestra cita con la muerte, pero seguían allí todas las cosas que odiaba de tí y no quería que me subiera la tensión y tuviéramos que repetir escenas de gritos y ambulancias 120 meses después. Ahora te escribo esta carta con la intención de que tires de la soga y rescates los sueños de las malas intenciones del mar, puedes quedártelos todos, que después de 520 semanas ya no me hacen falta los míos.

Ahora tiemblo porque sé que en el fondo cuando llegue al buzón tú estarás allí enviándome una carta, pero 87.600 horas ya pesan demasiado como para volver a huir...

jueves, 6 de mayo de 2010

Papeles

No importa el cómo, ni la hora ni el lugar. Cualquier momento es bueno para que me salte a la mente como un disparo tu voz, tu cara, el roce de tus labios y todas las historias que inventaste para mí en noches que nunca acababan. Se fueron sin decir nada cada una de las caricias, cada una de las palabras. Y ahora, cada día salgo a la calle a cumplir con mis rutinas y nunca sé cuando me va a asaltar tu recuerdo: bajo el periódico del kiosko, al girar la próxima esquina o tras una hoja arrastrada por el viento del otoño de mi corazón. El sol brilla alto y la gente empieza a quitarse la ropa y los prejuicios, pero yo sigo viendo el cielo frío, la lluvia gris y los amargos charcos en las aceras de la Avenida del Desespero. Por la calle ruedan todas las cartas arrugadas que arrojé por la ventana, donde te escribí mil y una veces aquellas palabras que después mojé con mis lágrimas e intenté olvidar para volver a escribirlas una vez más segundos después. Y no puedo evitar verlas alejarse y volar, como hojas que danzan al viento en espiral, y que caiga por mi mejilla una lágrima de nostalgia hasta que algún transeúnte recoge una, la abre y lee entre borrones "Yo mataré monstruos por tí", sonríe al infinito y la deja caer para que la lea alguien más.

Yo tan triste, y repartiendo felicidad...

miércoles, 5 de mayo de 2010

Sobre verdad y mentira en sentido intramoral

No tengo muy claro ser feliz. Tampoco es que me considere triste, no tengo muy claro que existan la felicidad o la tristeza, simplemente. No tengo muy claro qué es la verdad, dudo que exista, y si existe, dudo que sea solamente una. Tampoco tendría demasiado claro qué es la mentira, pero la veo más cercana. Y cuando digo mentira no me refiero a personas viles que transforman lo que ven con ánimo de lucro o con segundas intenciones. No hablo de mentira como un mal, hablo de mentira como una realidad, algo que está ahí y que, creo, lo es todo.

Partidario de la supresión de toda autoridad. Según la R.A.E., un descreído, una persona que sabe que nada es eterno, perpetuo, cierto y único. Para mí, eso es un ácrata. Un mentiroso que sabe que vive en un mundo de mentiras. Pero insisto, no hablo de mentira en el sentido inmoral de la palabra. Es más, no creo que existan cosas morales e inmorales, nisiquiera que algunas sean más o menos morales dentro de una escaleta universal. Creo que cada uno tiene su propia moral, que no es sino su propio baremo de la mentira, su forma de autoengañarse y decirse qué está peor o qué está mejor, porque, ya digo, no hay un bien ni un mal absolutos.

La vida son grises, matices... las televisiones en blanco y negro acabaron hace medio siglo y las personas que ven exclusivamente en esa gama de colores debería haber muerto con ellas. En fin, que divago: no sé que es la verdad, tampoco qué es la mentira, pero sé que ésta segunda es un todo, es lo que nos decimos día a día para ver amanecer, o anochecer, para sonreir por las mañanas (y para llorar algunas). Es lo que nos decimos cuando nos creemos especiales pero tambien lo que nos decimos cuando creemos ser el último payaso de este circo que es la vida.

En el fondo, las mentiras nos ayudan a ser felices (y a veces también tristes) si es que existen la felicidad o la tristeza, y eso es lo que nos hace humanos. Nada nos diferencia de la creación más que el rastro de mentiras que vamos dejando de camino a una verdad que nunca encontraremos y, por eso, soy un mentiroso. Orgulloso de serlo.

Hoy ví un día gris y me apetecía reflexionar,
quizá mi entrada más personal,
para aquellos que no creen en las mentiras.

lunes, 3 de mayo de 2010

Cobarde

-Me he cansado de quedarme colgado de un meridiano insignificante en tu mundo. Me he cansado de que me cuentes de ti, sobre ti, a ti, por ti, para ti, tú, te, contigo y otros tantos pronombres en primera persona de los que tú tan bien dominas... Ojalá hubieras aprendido a dominar igual mis sentimientos. Pero no lo hiciste, y salieron volando en busca de otros horizontes, y otros nidos. Me he cansado de falsos tronos, falsas coronas y falsos reinados, los renglones de nuestra vida nunca estuvieron escritos en las páginas de un cuento, nisiquiera en una novela de esas de páginas color café y olor a polvo y arrugas. Me he cansado de ilustrarte las mañanas con besos, de cubrir tus heridas con caricias y que nadie lamiera las mías. Me he cansado de mis cicatrices, de las que traía de serie y de las que por tí me hice. Me he cansado de haberme cansado tantas veces de tí y aún así haber vuelto a beber las promesas incumplidas de tu boca. Me he cansado de no ser capaz de odiarte, cojo mis trastos y me voy, ahora sí, es la definitiva, no hay vuelta atrás...

-¿Qué decías, cariño?

-Nada, que te quiero, cada día más.

domingo, 2 de mayo de 2010

Exhausto

Conciertos con ciertos fantasmas que aún silban estribillos en mis oídos...

El SOS 4.8 ha sido toda una experiencia: FranzFerdinand, TheSundayDrivers, LoveOfLesbian, AnniB.Sweet, Dorian, L.A., NadaSurf, Madness, MisteryJets, FatboySlim... 48 horas intensas ¡Y con ganas de repetir! :)