¿Te acuerdas cuando dijimos que íbamos a vivir en panorámico? "Como en las películas" me solías decir.
La escena siempre comenzaba igual: aparecías entre la gente que se aglomeraba en la estación, me saludabas, comenzabas a contarme mil cosas con tu voz cristalina, pero yo sólo quería escuchar una y, como veía que no llegaba, te besaba, interrumpiendo con mis labios el torrente de palabras que salían de tu boca con destino el universo. Después de agotar los segundos necesarios para no pecar de avaricia nos separábamos. Y por fín me decías "te quiero", como yo había esperado desde el primer momento. Y a eso le seguía "te he echado de menos", "te necesito", "esta noche recuperaremos el tiempo perdido"... Y así lo hacíamos, lo más lento y relajado que nos permitía la velocidad del tiempo. Y al llegar la mañana sonaba tu móvil, y los "te quiero" y los "te necesito" de ayer se convertían en los "tengo que volver a irme" de hoy. Y te acompañaba a la estación, me besabas bajo el reloj, te cogía fuerte por detrás de la cabeza acariciando tu pelo por el que se enredaban aún nuestros últimos suspiros de la noche anterior, y tú levantabas la pierna. Era la escena perfecta para el final de nuestra película... pero entonces tu tren resoplaba y tú tenías que volver a irte lejos, a perderte entre la gente aglomerada en la estación, y no había frases especiales de esas que culminan los mejores guiones. Y no había nada...
¿Te acuerdas cuando decíamos que íbamos a vivir en panorámico? Pues hace tiempo que rompí la pantalla.
La escena siempre comenzaba igual: aparecías entre la gente que se aglomeraba en la estación, me saludabas, comenzabas a contarme mil cosas con tu voz cristalina, pero yo sólo quería escuchar una y, como veía que no llegaba, te besaba, interrumpiendo con mis labios el torrente de palabras que salían de tu boca con destino el universo. Después de agotar los segundos necesarios para no pecar de avaricia nos separábamos. Y por fín me decías "te quiero", como yo había esperado desde el primer momento. Y a eso le seguía "te he echado de menos", "te necesito", "esta noche recuperaremos el tiempo perdido"... Y así lo hacíamos, lo más lento y relajado que nos permitía la velocidad del tiempo. Y al llegar la mañana sonaba tu móvil, y los "te quiero" y los "te necesito" de ayer se convertían en los "tengo que volver a irme" de hoy. Y te acompañaba a la estación, me besabas bajo el reloj, te cogía fuerte por detrás de la cabeza acariciando tu pelo por el que se enredaban aún nuestros últimos suspiros de la noche anterior, y tú levantabas la pierna. Era la escena perfecta para el final de nuestra película... pero entonces tu tren resoplaba y tú tenías que volver a irte lejos, a perderte entre la gente aglomerada en la estación, y no había frases especiales de esas que culminan los mejores guiones. Y no había nada...
¿Te acuerdas cuando decíamos que íbamos a vivir en panorámico? Pues hace tiempo que rompí la pantalla.
¡Claro, como no tenía TDT!... tramposo...
ResponderEliminarVenga, va... ahora en serio...
ResponderEliminarHay escenas de películas que nos marcan para siempre, en mi caso, una de ellas es el final de "Los Puentes de Madison". Siempre acabo gritándole a la gran Meryl Streep "¡salta del coche, salta!
Yo, en su día tampoco fui capaz de saltar... pero la vida sigue y me demuestra cada día que la realidad siempre supera a la ficción.
No lo dudes. Tiempo al tiempo.
Buen texto.
Cada uno de nosotros vivimos en una pelicula basada en hechos reales, q va cambiando de género cinematográfico a medida q vamos cambiando nosotros...
ResponderEliminardesde los dibujos animados de la infancia, pasando por los romances y dramas de la adolescencia, comedia las noches de fiesta( y los días q se presten a pasarlo bien)con ciencia ficción en nuestros sueños...esperando llegar lo más tarde posible a las tragedias...
Besos
A mí no me gustaría vivir en panorámico.
ResponderEliminarPero me gusta tu blog.
Besos.
No, loco no deseaba su mal. Al contrario deseaba su felicidad a toda consta, y le costa la suya. Pero dice que ya vuelve a ser feliz.
ResponderEliminarMe he enamorado de este texto. Odiemos las distancias. Vivamos en panorámico. :)
Un beso Loco.
Me has dejado con la palabra abierta...
ResponderEliminarLos kms se vuelven centímetros con los recuerdos de su piel...el roce de sus labios, y los "te quiero" de película ;)
Qué bonito... una vez más... me tienes ganada!
Un besito ;) ácrata!
Cojonudo, sin más.
ResponderEliminarYa sabes que es raro que no ponga un pero, pero este me parece perfecto!
¿ the end? Nooooooooo....
ResponderEliminarSublime, niño, sublime.
:* :* :* Muaaaaaaaaaaaaaaks.
(Tienes un don, escribes que te cagas) :)
Lo panorámico no siempre es lo mejor... pero hay que probarlo todo :)
ResponderEliminar"Y en standby me quedé mirándote"
Me gusta tu blog! :)