Se me da mal hacer balance, y más del año más intenso de mi vida, hasta ahora. 2010 ha sido muchas cosas, alegres y tristes, pero podría dividirlo en cuatro etapas:
Enero-Febrero-Marzo o "La Transición":
Unos meses en los que me asumí a mí mismo, me consumí, digerí y renací. Aprendí a aceptar lo que había dejado atrás, a desterrar de entre mis cejas las personas innecesarias que se habían colado allí, a dar la bienvenida sin prejuicios a las nuevas. A matar esos prejuicios también hacia mí mismo, a comprenderme. Aprendí a respirar.
Abril-Mayo-Junio o "El descubrimiento de América":
Si primero tuve que aceptarme, luego tuve que ponerme en práctica. Aprendí a disfrutar con miedo mis primeros pasos en mundos nuevos. Con las personas que había tras de mí y con su cariño a cuestas, emprendí la escalada de nuevas cimas, me superé, me creí por primera vez hasta donde había llegado, crucé mis metas con ventaja absoluta. Aprendí a sonreír.
Julio-Agosto-Septiembre o "La Revolución Rusa":
Por el color más que otra cosa, el rojo sano en mis mejillas, el rojo apasionado en mi corazón. Descubrí un nuevo modo de vida, reinventé mi forma de querer, dí un paso sin marcha atrás en mi historia. Expandí mi curiosidad por Europa, expandí mi amor a dos corazones, que en uno sólo reventaba. Y finalmente, aprendí a echar de menos, pero de verdad, profundamente. Aprendí a valorar.
Octubre-Noviembre-Diciembre o "La caída del Imperio":
Sufrí, esperé, pensé, reflexioné e intenté reinventarme cien veces aunque siempre volvía al triste punto de inicio. Aprendí a desaprender lo aprendido. Me olvidé de respirar, de sonreír y de valorar.
Pero de un tiempo, altamente corto, a esta parte, todo ha dado un vuelco. Creo ver la luz y ahora creo comprenderla. Creo estar preparado, quiero que vuelva la Revolución Rusa e insufle su sangre joven en mis venas raídas, quiero que las personas que me acompañaron al Descubrimiento de América me vuelvan a hacer sonreír como si octubre nunca hubiera llegado, quiero que se note que la Transición existió, que no sigo siendo el extinto individuo que paseó sus mentiras sin pena ni gloria por la vida. Sé que los revolucionarios están aquí por pocos días, que se irán de nuevo y que los volveré a echar de menos. Pero también sé que yo sigo siendo el mismo revolucionario. Que luego no seré un alma en pena, que he aprendido de la distancia. Respiro, sonrío y... valoro que estés aquí.
sábado, 25 de diciembre de 2010
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Y yo me alegro! No me gustan nada tus Octubre Noviembre y Diciembre..olvidarse de sonreír..mala cosa, y olvidarse de respirar no puede traer nada bueno, por no hablar de valorar, FUNDAMENTAL! así que haces bien en recuperarlos!
ResponderEliminarMuaaa!!!
Pues que vivas siempre en America te deseo Chris! :) siempre habrá etapas y errores, pero hay que aprender de ellos para seguir adelante como hicieron los franceses allá por 1789
ResponderEliminarFeliz Navidad