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Id como una plaga contra el aburrimiento del mundo



lunes, 3 de agosto de 2009

Cartas de amor desde una tierra desesperada

Hola cariño,

hoy es viernes, otro más. Otro de los tantos que te he escrito ya. Hoy además es impar, y como todos los días impares he salido arma en mano y he matado. Hombres, mujeres y niños. Que en la guerra no hay distinciones, eso de respetar a los débiles son romanticismos en desuso. Mañana será día par, y esos son peores. Los días pares no salgo, pero los paso acurrucado en la cama como un niño pequeño, destrozado, y recordando una a una las miradas de todas las personas que maté el día anterior. Miradas de terror y de súplica. Miradas humanas. Sí, humanas. Humanismo de ese que siento que ya no me queda y que sólo tú me haces recordar.

Hoy, como todos los viernes impares, he llorado, y eso es algo que, aunque me prometí hacerlo sólo los viernes impares, hago también todos los días pares y los que pasan entre medias.

Hoy, y aunque duela decirlo, puede que sea el último día que te escribo. Sí, me han destinado a los escuadrones, y en primera fila. Sí, ese sitio al que mandan a los cobardes. Tu marido es carne de cañón.

Quiero que sepas que, aunque muera como cobarde, tu marido siempre ha sido un valiente. Esta guerra no es la mía y me he cansado de matar a niños mientras el mío crecerá sin que yo pueda verlo. Esta guerra no es la mía y me he cansado de besar banderas que jamás dejarán escapar un llanto por mí el día de mi muerte. Esta guerra no es la mía y ya estoy arto de cantar himnos que no saben de libertad ni de esperanzas.

Esta querra no es la mía, ni la de nadie más.

Quiero que le pongas a nuestro niño Océano. Tú nunca lo has visto, pero te asombraría lo inmenso que es. Lo he sobrevolado mil veces y sólo entonces he hallado la paz que en estas tierras ya no se recuerda. Paz, curiosa palabra. Los humanos somos tan sumamente capaces de nombrar cosas abstractas que con tres letras hemos bautizado un hecho que quizá nunca conozcamos.

Si no te gusta, también puedes ponerle Libertad. No sé muy bien que significa, nisiquiera creo que exista. A mí me han hablado muchas veces de ella y sin embargo estoy luchando en esta guerra, obligado, en contra de lo que me dicta mi corazón. Cuando pregunto al respecto a mis superiores me dicen que confundo libertad con libertinaje. Aunque tampoco creo que ellos sepan de lo que hablan, se miran demasiado el ombligo como para abrir un diccionario.

Si aún así no te gustara, podrías llamarlo Amor, Amistad, Sonrisa, Sueños, Amanecer, Futuro o Infancia. Parecen cosas simples, pero una vez aquí se echan de menos.

El otro día salvé a una niña en medio de un bombardeo, no comprende nuestro idioma, pues aquí hablan distinto. Creo que a eso se le llama multiculturalidad y tiene algo que ver con lo que nos hace humanos y distintos entre todos a pesar de ser iguales. Aunque de Igualdad tampoco se oye hablar mucho por estos páramos. Mantuve a la niña escondida unos días hasta que pude llevarla a la frontera donde la recogieron unos voluntarios pacifistas. Como había olvidado todo sobre su pasado, les dije que se llamaba como tú, Esperanza.

De echo salvar a esa niña es lo que me ha llevado a que me destinen a las primeras filas mañana.

Será durante una batalla de trincheras. Sinceramente, no suele sobrevivir nadie, y yo no seré una excepción.

Ahora que ya me he desahogado, sólo queda decirte que cuando recibas la carta dejes abiertas todas las ventanas de casa y dejes sobre tu mesita de noche una vela encendida para no perderme en el infinito, que en el firmamento, con tantas estrellas, uno debe de perder el rumbo a menudo. Y es que por fín, cariño, vuelvo a casa.

Esperando abrazarte nuevamente,
tu marido que te quiere y no te olvida.

4 comentarios:

  1. Qué bonito!!

    Me has emocionado mucho. Sobre todo con el recurso de aconsejarle nombres abstractos con un significado tan fuerte para ponerle a un hijo. Precioso...

    Qué triste, pero qué enternecedores son todos los viernes impares.

    Un beso,

    Galia.

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  2. Es precioso que lo sepas. me gustaría a veces llamarme Libertad, no sé, creo que vá mucho conmigo. Es el precio que le hace pagar la guerra y su buen corazón al salvar a esa niña...
    Cuando veo pelis de ese estilo me siento fatal.

    Violetcarsons.

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  3. Loco! Que bonito, ais.
    Liertad, bonito nombre.

    muack.

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  4. Que bonito, Océano.
    Me ha encantado esta entrada. Tiene muchísimo sentimiento.
    Casi consigues emocionarme..!!

    un beso grande.

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