Anoche soñé contigo.
Soñé que eras una estrella mirándome desde lo más alto del cielo, y yo, desde mi insignificable situación, te escribía palabras de amor en barquitos de papel que te enviaba siguiendo la trayectoria de las nubes. Pero nunca llegaban a tí porque siempre los hundía el rocío del amanecer.
Soñé que eras un relámpago surcando el negro horizonte en una noche tormentosa y yo le susurraba poemas al viento para que los llevara hasta tus oídos, pero tan rápido partías en dos el firmamento como desaparecías y el viento, por más que corriera, siempre llegaba tarde.
Soñé que eras el mar y yo un triste avión de papel que se había precipitado desde un acantilado demasiado bajo para sobrevivir a la espuma de las crestas de tus olas, espuma en la que me sumergía empapando historias de amor sin finales definidos, finales que escribían después tus pestañas.
Soñé que eras la vida y yo simplemente un punto y a parte, una pausa en tu infinito que soñaba ser punto y final y cada vez se parecía más a una coma.
Soñé que eras. Sin más. Y teniendo en cuenta que al despertar no estabas a mi lado, fué más que suficiente.
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Me encanta el final. TÚ eres y serás tu propia vida :)
ResponderEliminarVioletcarsons.
Sueños.
ResponderEliminarSon castillos en el aire. Parece que los veerás a la vuelta de la esquina... pero nunca están.
Me has impresionado:)
Como siempre.
guau, me ha encantado :)
ResponderEliminarmuy bonito ^^