Si de pronto los relojes corrieran hacia atrás, volverían a la vida todas las personas que perdimos. Volverían los gritos de terror corriendo a sus gargantas. Volverían las balas al cauce de sus armas. Volverían las bombas a meterse en sus carcasas, los soldados a sus tierras, las cenizas a ser casas. Volvería a sus ojos cada lágrima caída y todos los miedos desaparecerían. Volverían los huracanes a ser suaves brisas y también los aludes a sus blancas cimas. Volverían los incendios a ser pequeñas chispas y todos los héroes volverían a la vida.
Si de pronto los relojes corrieran hacia atrás volvería a verte en la estación antes de la despedida, volvería a leer tus cartas que me enviaste desde la otra punta del mundo, con el ecuador, volveríamos a contar las estrellas infinitas y a dejar que nuestros pies pisaran la Luna, tumbados en la arena de alguna playa muda que con sus conchas nos hablaba en idiomas que sólo entiende el alma. Volveríamos a reír y no sabríamos de los golpes de la vida, volveríamos a sentir, y a querer, y a abrazarnos cada día.
Si de pronto los relojes corrieran hacia atrás, tú estarías viva.
sábado, 29 de agosto de 2009
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Podríamos cambiar algo entonces? O volveríamos a dejar que el tiempo corriese en nuestra contra?
ResponderEliminarEl caso es que nunca defraudas con tus textos, y aunque lo hicieras alguna vez seguiría admirándote igual :)..
Laura.
Si los relojes corrieran siempre hacia atrás tal vez nos perderíamos grandes cosas... O quizás no.
ResponderEliminarLocoLocoLoco!(K)
volverán las oscuras golondrinas...
ResponderEliminarhabrá que permitir a los relojes dar la vuelta..
que bonito.
por cierto! feliz sí cumpleaños atrasado!