TWITTER | BLOG

Id como una plaga contra el aburrimiento del mundo



viernes, 3 de diciembre de 2010

Sobre ti

Vamos a jugar a un juego. Imagínate dos personas, da igual su sexo, da igual su edad, da igual su estrato social, su religión, su raza o con qué pie se han levantado ese día. Aunque uno de los dos se levanta siempre con el izquierdo. A ver si adivinas de qué hablo:

Ambos están abrazados en un parque. El invierno naciente peina sus cabezas y tiñe con la ternura del otoño muerto sus sonrisas cómplices. Se han dejado caer en cualquier rincón de ese mundo por el que caminaban a ciegas, pues sólo tienen ojos el uno para el otro. El que se levanta con el pie izquierdo tiene un brillo de ilusión en la mirada que traspasa fronteras y borra las huellas de un secreto que teme. El que se levanta con el pie izquierdo tiene también las manos temblorosas de amor y sus labios tejen palabras que no sabe muy bien cómo pronunciar cada vez que se separa de los labios del otro. Quiere decírselo pero el miedo le trepa por las crestas de su coraje y al final, le puede. Le ha podido desde que se conocieron, le podrá cada vez que conozca a alguien. Ha tocado nuevamente el tacto sedoso del amor humano con la piel de su inocencia muerta. Ha creído en la pasión desbocada que le ha insuflado lo que los retrovirales no han conseguido en años: felicidad por vía intravenosa. Y, por fin, viendo el destello del amor incondicional en los ojos del otro, le susurra: soy seropositivo.

Y el brillo incondicional se hace añicos en la pupila del otro, y la inocencia vuelve a morir y el tacto sedoso se vuelve lija, y  las crestas del coraje se lanzan al vacío y los labios bosquejan disculpas y las manos tiemblan de tristeza, y el uno ya no tiene ojos para las retinas desesperadas del otro, y el otoño y el invierno se muestran crueles y fríos como son. Se oyen gritos e insultos, se ven empujones y el uno sólo sabe echar en cara y correr y ponerse histérico, tendiéndole la zancadilla al pie izquierdo del corazón del otro. Se repite un ritual que el primero ya se sabe de memoria: el segundo irá al médico, se lo contará a toda su familia, a sus amigos y lo convertirá nuevamente en un paria. Aunque hayan usado siempre protección, aunque haya ido con todo el cuidado del mundo. Al segundo le darán los resultados, negativos, se quedará tranquilo e iniciará su vida de persona corriente con preocupaciones corrientes, sin importarle la grieta que ha abierto en la vida del otro.

 El que se levanta con el pie izquierdo podría ser mujer o hombre. Podría ser ario, o negro, o hispano o oriental. Podría ser católico, musulmán, ateo o mormón. Podría ser joven, maduro o un anciano. Podría ser un intelectual o no tener formación. Podría ser tu padre, tu madre, tus primos, tus hermanos... Esta es una historia que se repite día a día en el mundo. Son los abandonados, los rescoldos, el deshecho. Y no se lo merecen. Lo que se merecen es atención social, ayuda, soluciones. Porque, ante todo, podrías ser tú.

1 de diciembre, día mundial de la lucha contra el VIH.

3 comentarios:

  1. Cada día me gustas más.

    Acabas de dar fe de una verdad como una casa, solo tengo que decir que ojalá todo el mundo pensase como tú respecto a este tema, nos iría mucho mejor, y a ver si nos damos cuenta de que esta no es una enfermedad marginal de una vez...
    Y empezamos a tratarla con normalidad y con respeto para poder ganarle la batalla o por lo menos hacer que estas personas vivan un poco mejor..

    Mil besos :)

    ResponderEliminar
  2. Me ha gustado muchísimo el texto y ojala no fuera tan real.
    No se merecen que se les trate mal ni se les discrimine de nada... =)

    Un besito

    ResponderEliminar

Dale una vuelta más a mi mundo: