A veces me miro al espejo y me asalta esa sensación de que no me gusta lo que veo en mi reflejo. Y es entonces cuando pienso en darle la vuelta a mi piel, en rebobinar mi historia, en mirar la cara mala de la vida desde la buena y las sombras desde el Sol. Los días que antaño fueron abismos abiertos en el calendario se volverían ahora los más felices que pasamos juntos y aquellos pocos que pasamos juntos se volverían los escasos que nos separaron.
Desde mi nueva piel, puesta del revés, vería el mundo más bonito aunque menos humano, o quizá sería esto último lo que lo haría un lugar mejor. Los pájaros en la tierra, los mamíferos en el mar y los peces por el cielo. Tú conmigo. ¿Qué más podría pedir? Hacer mi corazón reversible, ya que no conseguí hacerlo impermeable.
Me encanta.
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