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Id como una plaga contra el aburrimiento del mundo



miércoles, 17 de noviembre de 2010

Sobre empequeñecer

Pocas veces es tan difícil enfrentarse al papel en blanco. Parece un mundo inmenso e incierto a nuestro alcance, y da miedo alcanzarlo. Más cuando uno quiere hablar de lo que me dispongo, de cómo he empequeñecido, de cómo siento que lo seguiré haciendo, de todo lo que no volverá a hacerme grande.

Siento que en poco tiempo conocí la gloria y, a la vez, la miseria. Mi vida no es que haya sido un camino de rosas, y si lo fue, desde luego, estaban podridas, porque siempre he sentido ese olor a flores muertas y el aliento de lo triste acariciando mi nuca. Aún así, antes era inocente, ignorante, y era feliz. Sabía que había problemas, pero generalmente los solucionaban unas cuantas lágrimas e invocar a papá y a mamá. Ahora no.

Siento que soy diminuto, porque cada vez me valoro menos, pero es que cada vez veo menos necesario valorarse, y esto se convierte en una serpiente que se muerde la cola, cuando no la lengua. He perdido compañeros, he perdido amigos y he perdido conocidos. He perdido esperanzas, he perdido sueños y he perdido ganas de alcanzarlos. He perdido a quien amaba. He perdido felicidad y he perdido autoestima. He perdido confianza, he perdido afabilidad y he perdido simpatía. He perdido muchas lágrimas por el camino, y las que me quedan. Y he perdido la fe en que no perderé las cosas y personas que he ganado últimamente, si es que no las he perdido mientras escribía ésto.

Siento que encojo, que cada vez mi cuerpo alicaído hace más presión sobre mi corazón ya de por sí pequeño y débil. Siento ganas de llorar hasta deshacerme, y ganas de evadirme de este mundo, de meterme una noche entre las sábanas y desaparecer entre ellas y no ver un mañana, que nadie más me encuentre ni se acuerde de mí ni piense dónde estaré. Siento ganas de no ser yo y, lo que más miedo me da, últimamente sólo siento odio, odio hacia mí mismo, y el odio de los demás.

Siento que empequeñezco. Empequeñezco. Empequeñezco.

1 comentario:

  1. Hay mucha gente que a la que no perderás, antes se perderán ellos por el mero hecho de pensar que te podrían perder. Estar a tu lado es uno de los pequeños grandes placeres de la vida. Y mucha gente sabemos todo lo que vales.

    *antes perderse uno mismo que perderte a tí..

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