Quizá llegó el momento de darme un homenaje. Hace tiempo que creo que he dejado de escribir lo que siento. Es como si hubiera caído una capa de nieve sobre mi corazón y no se percibe que por el negro horizonte vaya a asomar ningún Sol en los próximos meses. Siento que todo está lejos. Siento. Y ya es mucho decir teniendo en cuenta que los sentimientos no han hecho más que jugarme malas pasadas en los últimos tiempos. A veces uno, cuando da más de lo que recibe, da también más de lo que tiene, y se queda vacío. Me asusta mirar en mi interior y comprobarlo. Certificar que ya no hay nada, que no volveré a ser la persona interesante y autosuficiente que fuí antaño. Que ya nadie va a encontrar algo que merezca la pena en mí y, estando así las cosas, que no voy a encontrar un hilo con el que coser lo descosido, esos huecos en las ganas de vivir por donde se me escapa el alma. Mentiría, también, si no dijera que he probado varias agujas ya, pero todas salen torcidas o despuntadas. En vez de coser mis miedos han pasado por los agujeros que ya había del bordado anterior y los han rasgado, los han desanchado, haciendo que cada vez sea más dificil encontrar un buen sedal que me saque de este pozo en el que, voluntaria o involuntariamente, me he sumido. Había llegado el momento de darme un homenaje y, releyéndome, parece que me haya cabado mi propia tumba. Ahora, almas de este mundo, echadme tierra encima. Total, yo seguiré buscando inútilmente un hilo entre las lágrimas y los gusanos.
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Bfff... bueno... yo sólo puedo decirte que últimamente tampoco me reconozco mucho, siento que hay cosas que, no sé, van cambiando, o deberían, o lo harán... no sé, son cosas raras... yo estoy super reflexiva y extraña...
ResponderEliminarDifícilmente nos entendemos a nosotros mismos..., sólo puedo darte ánimos, cógelos! :)
A mí me dan ganas de excavar y darte con la pala en la cabeza unas cuantas veces, a ver si despiertas de una maldita vez. Que la ultratumba se la dejas a los emos y tú te vienes conmigo, con los que están vivitos y coleando.
ResponderEliminarDe hecho ahora mismo estoy escribiéndote esto con un repelente pero amoroso Justin Bieber de fondo, que es lo que me hace sonreír. Pensar que soy tan imbécil como para estar entretenida con este flacucho. Pero qué demonios, ahí está la gracia, y deja las madejas para el futuro, para cuando no te quede nada más que mascar. Pero ahora, baby, ahora eres tú el que tiene que fabricar y constantemente producir (espera, que voy a vomitar al borges que se ve que tengo atragantado en la garganta).
Lo que decía, que de poco sirve quedarse siempre mirando atrás, lo bonito que es darle pinceladas de sentimentalismo. Pero qué cojones. El mundo sigue avanzando y paso de quedarme como una tonta en la esquinita dibujando con la punta del dedo espirales. Para eso ya está la niña de The Ring.
Vuelve o me encargaré de rematarte.
ahg !!!! me h sentído tantas veces así y tantas otras de modo contrario...
ResponderEliminarque puedo garantizar que esto que ahora sientes pasará.
Un beso.
Si te sirve de consuelo, a mi me pareces de lo más interesante, incluso me gustan tus descosidos...
ResponderEliminarYo encuentro mil cosas que merecen la pena en ti. Más cosas que antes, incluso... pero tranquilo, no las voy a coger. Te las dejo donde están. Para que las encuentres tú, que es lo que te hace falta, Chris. Merecerte la pena a ti mismo.
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